A la hora de diseñar este ergómetro, Javier Carballo puso también el acento en el feedback que la máquina aporta para el deportista. Su idea era ir más allá de una información limitada a la fuerza que se genera con cada pala. "Si generas más fuerza con un brazo que con otro, que es un problema bastante importante en estos deportes, al final la cuantificación total de metros que te ofrece no va a ser suficiente para controlar las descompensaciones", explica en la citada publicación universitaria.
Fue por ello que buscó diseñar un aparato que ofrezca al usuario mucha información. Para conseguirlo lo dotó de dos aspas de resistencia y de sensores que permitan trasladar a una pantalla la máxima información posible sobre el rendimiento. De igual modo, dotó a su invento de una cámara conectada vía wifi para que el deportista pueda verse.
Carballo continuará su trabajo en este aparato durante el máster interuniversitario en Investigación en Actividad Física que realizará.
