La pérdida de población afecta al conjunto del territorio gallego, con las provincias de Lugo y Ourense como ejemplos de lo que sucederá en un horizonte no demasiado lejano. La franja atlántica es sin duda la que cada vez más está concentrando habitantes, mientras el interior ve menguados sus habitantes constantemente desde hace ya bastantes años. Así se demuestra con los datos en la mano de las últimas cifras de datos de habitantes divulgadas por el INE. En la provincia solo son una decena los concellos que ganan población y gran parte de ellos están situados en la costa o cerca de grandes núcleos habitados. O Porriño, dentro del área metropolitana de Vigo es uno de los ayuntamiento que más vecinos ganó el último año; fueron exactamente 390. Solo por detrás de Cambados, con 496 más. Tui sumó 129 y Poio, 48. Pero también aparecen ejemplos singulares de villas medianas o pequeñas en las que crece el padrón. En Barro lo hizo en 21 personas, Cotobade (5), Moaña (127), Portas (36), Fornelos de Montes (10) y 87 más en Vilaboa.

Si vemos algunos ejemplos de los que pierden población su balance no alcanza los datos de Deza y Tabeirós. En Vigo el padrón se redujo un 0,3% sobre el total, Vilagarcía (0,75), Nigrán (0,5), Redondela (0,7), O Grove (0,4), Cangas (0,1), Marín (0,9) y Sanxenxo (0,8). Como habíamos indicado el promedio en las comarcas está en el 1,77 por ciento de su padrón.