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El ejecutivo aguarda la autorización de Augas de Galicia para actuar en Pedrouzo

El gobierno presentó el último documento al organismo el 2 de diciembre

El Concello de Silleda está pendiente de recibir la autorización pertinente de Augas de Galicia para poder acometer las obras necesarias en el lugar de Pedrouzo, en la parroquia de Graba. El ejecutivo recordó que el día 3 de marzo del año pasado, tras analizar la situación y ver las obras que era preciso llevar a cabo en la zona, inició los trámites ante dicho departamento con el envío de una memoria explicativa y otros documentos para solicitar la autorización. Iniciaba así un proceso de intercambio de documentación y de trámites administrativos que se prolongó en el tiempo.

Meses después, en el mes de junio, Augas de Galicia solicitó al Concello más informació para incorporar al expediente, que "fue enviada de forma inmediata" por la administración local. El proyecto fue entonces sometido a información pública durante un período obligatorio que concluyó el pasado día 1 de diciembre. Al día siguiente, el Concello remitió a Augas de Galicia el correspondiente expediente certificando que no se habían presentado alegaciones ni reclamaciones al proyecto inicial planteado. Así, tras este procedimiento el Concello aguarda la aprobación definitiva antes de realizar las obras.

El Concello plantea llevar a cabo en Pedrouzo una canalización de las aguas pluviales mediante la construcción de sumideros que se encarguen de desviar el agua recogida de la lluvia hasta el riachuelo de Pedrouzo que transcurre en las proximidades. Esta solución evitaría la formación de grandes bolsas de agua que están causando un grave perjuicio en el vial de acceso a esta localidad y muchos daños en esta infraestructura viaria. Además, en las jornadas de intensas lluvias, como las pasadas, dicho vial se convierte en un barrizal en el que resulta difícil transitar. Tal y como explicaban los vecinos, la formación de importantes bolsas de agua les obliga a tomar medidas de protección para evitar filtracciones a sus viviendas. Los lugareños llevan cuatro años arrastrando este problema y apremian al gobierno para que les ofrezca una solución definitiva con la mayor brevedad.

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