La investigación comenzó, tal y como manifiesta la presidencia de Campodeza, hace varios meses y no se dará por finalizada hasta dentro de varias semanas. "Nos dicen que todo esto puede tardar un mes o dos", aduce el presidente. Pichel insiste en que la comercialización del gasóleo agrícola se realiza solamente entre aquellos socios de la cooperativa que lo demandan y que estas sociedades también pueden ser objeto de otras inspecciones como la comercialización de medicamentos u otros servicios prestados a la masa social.

La dirección de Campodeza desconoce con exactitud qué cantidades de gasóleo pueden servir al año, si bien hablan de millares de litros. Estas transacciones, prosigue Manuel Pichel, quedan reflejadas en los libros de registro de la cooperativa para controlar las ventas como se puede hacer en una empresa. "Esperamos que esto quede en nada, porque hay claridad total". El representante de la cooperativa de la parroquia lalinense de Gresande afirma que la investigación comprende más de un ejercicio, pero elude concretar las anualidades sobre las que están aportando documentación.