Una brigada de obras, conformada por 16 de los 34 trabajadores contratados a través del plan provincial de empleo, puso en marcha ayer las tareas de acondicionamiento y recuperación del Paseo do Pontiñas. El alcalde, Rafael Cuiña, y su segundo, Nicolás González Casares, saludaron a los operarios al comienzo de la jornada junto al auditorio municipal.

El regidor emitió, además, un bando en el que apela al civismo y a la colaboración ciudadana para mantener en condiciones el paseo fluvial, "tal vez la obra más importante de nuestra historia reciente y el espacio en donde se percibe de forma más directa la relación de Lalín con la naturaleza", subraya. "Queremos recuperarlo para el disfrute de todos" y "que vuelva a ser una referencia", objetivo en el que "necesitamos la colaboración activa de todos". Por ello, el bando apela a la "responsabilidad colectiva" para cuidarlo y a la "individual" para evitar actos vandálicos. "Depende de nosotros que el Pontiñas recupere su esplendor", sentencia.