El alcalde de Silleda, Manuel Cuiña, se muestra también muy crítico con los presupuestos de la Xunta y lamenta que el gobierno autonómico "vuelva a olvidarse, un año más, de Silleda, con una propuesta que recoge inversiones pírricas para la comarca y que deja a nuestro municipio de nuevo sin actuaciones muy necesarias".

Entre esas inversiones que son urgentes y que ya se han solicitado más de una vez figura la concentración parcelaria de Oleiros, que está pendiente desde hace varios años -los trámites se iniciaron nada menos que en 1969-. Por ese motivo, la parcelaria luce las mismas pistas que hace medio siglo, inadecuadas para la maquinaria actual, recuerda Cuiña. En cuanto a las infraestructuras viarias, el alcalde trasdezano recuerda que el Concello solicitó la dotación de aceras en la carretera de O Castro, en el primer tramo de la PO-211, y para la que los vecinos ya cedieron terrenos en 1998 para ensanchar el vial a cambio de construir esas aceras. Avanza que se pedirá autorización para realizar dicha obra "y seguramente, como Concello marginado que somos, tendremos que acabar haciéndola" desde la administración local. También sigue pendiente, un año más, la mejora de la PO-204 entre A Bandeira y Vila de Cruces, otra de las carreteras autonómicas "que precisa algo más que un simple bacheo", sobre todo en el tramo entre Manduas y Campomarzo.

De igual modo, los presupuestos de la Xunta eluden inversiones en los centros educativos En el de Silleda sigue sin construirse el patio cubierto, las pasarelas y la renovación total de la cubierta y de las ventanas. Visto esto y que el centro tiene casi 50 años, Cuiña no descarta pensar en la construcción de otro colegio. En este sentido, le recuerda a la Xunta que el gobierno de Feijoo sigue sin aclarar si asumirá el mantenimiento de los colegios y la gestión de los dos centros de salud de Silleda (que tendría que estar asumida desde el 1 de enero). Teme que en un futuro haya que reclamar judicialmente el dinero que ha invertido el Concello en estos servicios y se pregunta, por último, dónde va el dinero del canon del agua, que habría que reinvertir.