Varios miembros de la Asociación para o Desenvolvemento Integral do Val do Ulla e zona de Pardemarín (Adivupar) informaron ayer de que se desvinculan de la entidad por sentirse "defraudados" con el trato que han recibido del colectivo del que son socios. Como consecuencia, apuntan que se ven en la obligación de unirse a la Asociación de Aceite e Aceitunas con el objetivo de "intentar defender nuestros intereses", señalan. Por su parte, la presidenta de Adivupar, María José García, afirmó que "siempre se les atendió" y niega que los productores hayan sufrido abandono alguno por parte de la asociación.

Los integrantes de este colectivo son participantes de una iniciativa piloto de plantación de olivares que se enmarca dentro del proyecto Cernes. Aseguran quienes ahora anuncian que se desvinculan de Adivupar que "una gran cantidad de plantas están secando y muchas ya están secas". Según estos productores, la situación en la que se encontraban los cultivos los llevó a ponerse en contacto con la presidenta "el día 25 de mayo de 2015 en el que se solicitaba que se convocase una junta para tratar este asunto de vital importancia para nosotros y para el resto de los asociados", sostienen. Aseguran que, en esa misma fecha, enviaron un burofax "sin obtener respuesta alguna".

Por otro lado, estos productores también recuerdan haberse puesto en contacto con la secretaria xeral de Medio Rural e Montes "vista la total falta de amparo que nos ofrecía Adivupar", sostienen. También indican que pusieron al organismo autonómico al tanto del asunto "y otras irregularidades en el funcionamiento de la asociación".

Sostienen que mantuvieron "una reunión presencial en su despacho en el mes de marzo de 2015" y la secretaria xeral "se comprometió a enviar técnicos de la Xunta para que analizasen tierras y plantas, y detecten el problema, ya que desde Adivupar, a pesar de solicitárselo en varias ocasiones, no nos facilitaron los análisis de tierra que se hicieron en su primer momento ni nos propusieron solución alguna", dicen.

Además, estos miembros del colectivo apuntaron que desde la Secretaría Xeral les dejaron claro que su interlocutor es Adivupar. Según estos productores locales, estas circunstancias los llevan a "denunciar públicamente la dejadez y abandono de los entes públicos que promovieron este proyecto cofinanciado al 100% por la Unión Europea y la Xunta de Galicia".

La presidenta de la asociación, por su parte, declara que el colectivo siempre ha atendido los intereses de sus miembros y niega que las plantaciones estén subvencionadas al 100%. Apunta que "la administración adquirió un compromiso con la asociación, por el que el colectivo debería financiar unos cultivos, que están en Cea, con un 30%" y "hubo un compromiso verbal por parte de los socios". María José García asegura que "todos los miembros pagaron, son tres los únicos que dicen que no tienen que hacerlo". Sigue declarando que es necesario abonar la parte proporcional de cada socio puesto que "antes de que ellos entrasen ya existía ese compromiso con la administración".

Por otro lado, la presidenta continúa afirmando: "piensan que la asociación soy yo pero no, solo soy la presidenta". Con esta declaración hace referencia al compromiso que, asegura, adquirieron los socios para financiar la plantación piloto de Cea.