El Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico (CXCA) del Pazo de Liñares estará operativo a principios del mes de septiembre. La Diputación de Pontevedra enviará al histórico inmueble de Prado a los dos primeros arqueólogos en los próximos días y, a comienzos del próximo mes, está previsto que ya estén trabajando cinco operarios en el espacio de investigación. El contrato de gestión estará vigente hasta mediados de 2015, con posibilidad de prorrogarse, según indicó el teniente de alcalde de Lalín, Nicolás González Casares, que llevó a cabo gestiones con la administración provincial tras el acuerdo plenario alcanzado al respecto en el último pleno municipal.

El CXCA albergará, en un principio, restos de media docena de castros en los que se ha intervenido en el marco del plan provincial para la recuperación de un total de 23 asentamientos. Entre otros, se procesarán vestigios de los yacimientos trasdezanos de Toiriz (Silleda) y Copa do Castro (O Castro), así como del lalinense Castriño de Bendoiro y de la villa romana de Porta de Arcos, en Fafián (Rodeiro). También está previsto que se clasifiquen restos arqueológicos procedentes de los asentamientos de Adro Vello, en el municipio de O Grove, entre otros procedentes del resto de la provincia.

El centro está estructurado en cuatro áreas de funcionamiento diferentes. En primer lugar, ubicada en la planta baja del pazo, se encuentra el área de recepción, clasificación y almacenamiento de material. En la misma planta está el módulo de administración e investigación; en esta oficina se recogerá toda la información documental y gráfica de los restos derivados al centro y se ejecutarán los primeros análisis de las piezas.

La tercera área es la de intervención directa sobre el material. Esta actividad, debido a sus requirimientos técnicos y por su naturaleza y características, no puede desarrollarse dentro de las dependencias situadas en la edificación principal, por lo que los trabajos se ejecutarán en una edificación auxiliar existente al sur del pazo. Aquí tendrán lugar las tareas propias de laboratorio, en las que se intervendrá directamente sobre los restos arqueológicos mediante actuaciones de lavado, siglado, pegado y restauración en general.

Por último, con la finalidad de completar las actividades específicas de conservación y restauración, se habilitó un área de exposición de material; esta se localiza en la sala central de la parte baja del pazo y tiene la función de ser un espacio digulgativo y expositivo de los trabajos realizados en el Centro de Xestión do Coñecemento Arqueolóxico que no sean derivados a otros museos o entidades.

El espacio está diseñado de tal modo que funcione como un conjunto interactivo al que puedan acudir con frecuencia escolares y otros visitantes, tal como se había puesto de manifiesto desde su concepción inicial y como se volvió a detallar en la jornada de puertas abiertas del centro llevada a cabo a finales del pasado mes de marzo.