La recuperación económica de Deza y Tabeirós-Terra de Montes, aunque muy ligera, ya es palpable en cuestiones como el descenso del paro (por cuarto mes consecutivo) o la puesta en marca de pequeños y medianos negocios. Al aumentar la actividad empresarial, sube también el volumen de accidentes laborales, y de ahí que las comarcas estén a punto de cerrar el primer semestre del año con 168 siniestros en el lugar de trabajo, una cifra superior a la de 2013, aunque solo sea en ocho puntos. Recordemos que en ese ejercicio, los 160 percances entre enero y junio eran un 22% menos que los 206 del año precedente, debido sobre todo a la tremenda parálisis económica de esa temporada.

Las causas de esta subida de la siniestralidad laboral hay que buscarlas en Deza, y sobre todo en su cabecera, Lalín. En toda la comarca se constataron 127 accidentes laborales (frente a los 112 del mismo periodo del año pasado). Casi la mitad de ellos se produjeron en las fábricas y negocios de Lalín, que aglutina 57 casos (una docena más que el año pasado). A modo de curiosidad, llama la atención los 11 accidentes que registra la cabecera dezana en la agricultura, un sector donde por norma apenas se producen percances. Para hacernos una idea, esos 11 accidentes son los mismos que se produjeron entre enero y junio en la construcción en los seis municipios dezanos. Es obvio que, entre todos los sectores económicos, el de la edificación es al que le cuesta más reponerse de la recesión. Tras Lalín se colocan Silleda y Rodeiro; Trasdeza por el número de accidentes, con 41 casos (baja dos en comparación con 2013) y Rodeiro porque es el segundo municipio dezano con una subida más notoria, ya que cierra este semestre con 11 incidentes laborales, frente a los 4 que registró en 2013. Es más, este municipio tiene menos de la mitad de población que Cruces, pero la presencia de cooperativas y de empresas con una plantilla notable explican que Rodeiro supere los 8 percances del concello cruceño.

Y nos quedan Agolada y Dozón, ambos con cinco accidentes cada uno, mientras que en 2013 tenían, también, dos percances cada uno. Dozón no registra accidentes ni en industria ni en la construcción, de modo que concentra en la ganadería 4 de sus 5 casos ya citados.

A Estrada, el mejor resultado

Mientras Deza sube su cifra global de accidentes laborales, Tabeirós-Montes consigue recortarla. Si en 2013 tuvo 48 siniestros en su primer semestre, esta vez reduce el número a 41. Ello es posible gracias a los buenos resultados de A Estrada, que registra 29 accidentes (más de la mitad en industria), mientras que el año pasado el número se elevaba a los 40 y, en 2012, llegó a los 56. El concello vecino de Forcarei tuvo ocho partes de accidentes laborales, solo uno más que en 2013 -ninguno de ellos en el sector servicios- mientras que Cerdedo pasa de un accidente laboral a los cuatro con que cierra este periodo. Se reparten a partes iguales entre la construcción y los servicios, sin ningún percance en la agricultura ni en la industria.