Otra de las características señaladas del feísmo paisajístico es el cableado, las canalizaciones y las cajas plásticas de las empresas que ofrecen los servicios como máquinas de aire acondicionado o calefacción en las fachadas, e incluso antenas parabólicas a la vista, que siguen a la vista en la mayoría de las infraestructuras. Al pasar por una vivienda que contiene todo ello, parece una infraestructura que necesita los remates finales y muestra un esqueleto de un edificio. Se podría hablar incluso de "chapuzas" caseras en algunas ocasiones, debido al mal uso de estos elementos, incoherentes con la función que se le asigna.
Una de las causas del maltrato del paisaje sería la extendida falta de interés por la arquitectura tradicional gallega que lleva a provocar imágenes como esta. Años y años en la misma situación pero sin ningún cambio a la vista. Las viviendas pueden durar eternamente con esta imagen, y los viandantes deben conformarse con ver cables en las fachadas.
La apertura de la calle 56 ha servido para crear un nuevo acceso al casco urbano de A Estrada, el más importante si se tiene en cuenta que supone la entrada a la villa desde Santiago de Compostela. La imagen de esta entrada al casco urbano deja sin embargo mucho que desear. Han sido muchos los estradenses que han criticado el hecho de que la primera imagen que se muestra de A Estrada llegando desde la capital sea la parte trasera de todas las casas de la Rúa San Paio, una imagen realmente triste y a pocos metros del considerado dentro de la villa, la Plaza de la Farola. El propio Concello uso y vistió esta entrada a la villa colocando en los laterales de uno de los edificios más grandes un cartel anunciador de la Rapa das Bestas pero fue un parche que duró poco. Lo cierto es que la imagen deja pocas alternativas y todas las soluciones pasan por un maquillaje más o menos evidente, como por ejemplo la colocación de árboles en los laterales que reduzcan la "visión" del entorno. Diferentes alturas, las paredes sin pintura, ventanas tapiadas y estilos contrarios convergen en un mismo punto.
