La celebración del Corpus Christi llenó ayer de colorido las calles y templos de numerosas parroquias de ambas comarcas. Los feligreses se volcaron en la confección de alfombras florales durante los días previos y que lucieron hermosas durante la celebración de los oficios religiosos.

La capital dezana fue uno de los puntos que se volcó con la celebración de la fiesta del Cuerpo y Sangre de Cristo. El interior de la iglesia acogió un adorno floral y los pétalos inundaron también algunas de las calles colindantes al paso de la procesión que tuvo lugar sobre la una del mediodía. Además, a media altura de la rúa Principal la comitiva hizo un alto en el camino para detenerse en un altar situado en la calle que vecinos de la zona habían levantado con esmero en las horas previas. Otro de los puntos en los que el Corpus se vivió de forma especial fue el templo de Donramiro que acogió una alfombra floral que adornaba el pasillo central.

También en la parroquia estradense de Codeseda la celebración del Corpus contó con una espectacular alfombra floral, que tapizó de verde, blanco y otros vivos colores el pasillo central de la iglesia parroquial. Esta bonita iniciativa partió de tres mujeres -Belén Picallo, Sonia Ben y María del Carmen Gaspar- que trabajaron buena parte de la noche para concluir su laborioso trabajo para la misa. Aun así, ayer quisieron agradecer encarecidamente su colaboración a los vecinos. Y es que este tipo de tareas requieren de un ingente trabajo y de la colaboración de muchas personas, como saben bien los vecinos y la comisión del San Paio de 2003 en A Estrada, que entonces -con apoyo de especialistas de Ponteareas- elaboraron una enorme alfombra floral para unir la iglesia con A Farola. Ayer quisieron matizar que la alfombra sobre la que arrancará el sábado la procesión del Santísimo no será la primera de la villa -como se dijo ayer por error- sino que tiene este honroso precedente, en el que se implicaron multitud de vecinos de modo desinteresado.