Poco a poco la clase política dezana va cayendo en las redes del "Legado de Tibu", la sensación viral del momento en Facebook que consiste en retar a alguien para que en un plazo máximo de 48 horas se zambulla en el agua, y lo grabe para colgar en su muro, o invitar a una mariscada a su nominador. Si el martes fue el miembro de Compromiso por Galicia, Rafael Cuiña, ayer le tocó el turno diputado y primer teniente de alcalde de Lalín, Román Rodríguez, que no dudó en bañarse en las frías aguas de la playa fluvial de Vilatuxe para aceptar el reto de su compañera de gobierno, la edil de dicha parroquia, Sara Fernández. Rodríguez estuvo acompañado en el cumplimiento del desafío por el que fuera concejal de la corporación municipal lalinense, y actual miembro de la junta gestora del Club Deportivo Lalín, José Antonio González.

A la conclusión de la prueba ambos nominaron a los siguientes en pasar por el trance de cumplir con el reto. Román Rodríguez cedió el testigo del chapuzón al alcalde de Rodeiro, Luis López, y al párroco de Donramiro, Marcos Torres, mientras que José Antonio González hizo lo propio con, entre otros, a Ramiro Ruibal, director de planificación y desarrollo de Depodeza.

Otro de los políticos que también terminó ayer empapado fue el portavoz del BNG de Silleda, Matías Rodríguez Da Torre, que no dudó en lanzarse al río en Cira para satisfacer el reto lanzado por un amigo y, después, nominar al propio alcalde, Manuel Cuiña, entre otros.

Sin embargo, al cierre de esta edición el alcalde de Lalín, José Crespo, todavía no había cumplido con el reto lanzado por su vecino Daniel Antelo, a pesar de que dijo que lo iba a meditar, como tampoco el socialista Nicolás González Casares, también nominado por Antelo.