El colectivo de emigrantes retornados Venezolanos de Deza se concretó ayer en la Praza da Igrexa de Lalín, por segunda vez en dos meses, para mostrar su repulsa contra la difícil situación económica y social que está atravesando el país latinoamericano. A las 20.00 horas, una decena de personas ocupó la escalinata del templo para desplegar una bandera de la nación venezolana, así como diversas pancartas en las que piden que no se produzcan más muertes en los enfrentamientos entre la población y las fuerzas de seguridad (ya se contabilizan más de 40 fallecidos). En los carteles también se podían leer sus alegatos en pro de la paz, la libertad de expresión y el derecho a la vida. La segunda concentración de Venezolanos de Deza tuvo lugar el mismo día en que, al otro lado del Atlántico, organizaciones estudiantes convocaron marchas por la zona este de Caracas, junto a alcaldes contrarios a Maduro.