Desde ayer, la necrópolis megalítica de Oirós, en Vila de Cruces, guarda un tesoro más, el escondido por el grupo de alumnos del Club da Lingua y el Equipo de Normalización Lingüística del instituto Marco do Camballón. Jugar a encontrarlo será una posibilidad que, en breve, estará al alcance de todo el mundo, en cuanto el grupo escolar incorpore las coordenadas para aproximarse a su localización a una red internacional de geocaching que ya cuenta con dos millones de tesoros enterrados en todo el planeta, de los que más de 1.000 se encuentran en Galicia.

Un grupo de 25 alumnos de tercero y cuarto de Enseñaza Secundaria Obligatoria coordinados por el profesor Sechu Sende, fue el primero en probar la experiencia. Tras subir a las mámoas desde el centro educativo en bicicleta, y distribuidos en cuatro grupos, con unas coordenadas y valiéndose de una brújula y del GPS de sus móviles, llegaron a las diferentes pistas que les llevaron, finalmente, a su objetivo: Un tesoro de valor cultural y simbólico compuesto por diferentes objetos y elementos de la tradición oral, la cultura y de la lengua que, una vez hallados, fueron de nuevo guardados para, quizás, ser descubiertos por otros aventureros.

Los estudiantes también tuvieron ocasión de interaccionar con los vecinos de la parroquia, que están colaborando con el proyecto Mámoas-Palabras de Pedra, en el que está inmerso el centro. Este apuesta en valor del patrimonio material e inmaterial relacionado con el yacimiento, y vinculado a la lengua gallega. "Las mámoas son el resultado del primer trabajo colectivo de la gente que vivía en Oiros hace 5.000 años; ese trabajo colectivo es el espíritu que quiere tener este proyecto", señala Sende.