Las estaciones de autobuses de A Estrada y Lalín se beneficiarán del plan renove mediante el cual la Xunta de Galicia adjudicará inversiones en 37 estaciones de autobuses de la comunidad gallega por valor de 1,58 millones de euros.

Así, la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas licitará después del verano y adjudicará las obras para la mejora en la accesibilidad, calidad e información de las terminales gallegas. Ello supondrá un desembolso de 4,25 millones de euros entre 2013 y 2016 por parte de la Xunta, que espera que este mismo ejercicio las empresas concesionarias sumen unos 500.000 euros a la cantidad aportada por la administración autonómica -esos casi 1,6 millones-.

La provincia de Pontevedra será la segunda en la que recaiga más dinero después de A Coruña. En total serán 0,53 millones de euros a repartir entre un total de 10 estaciones. En el caso de A Estrada, las obras ayudarán a subsanar importantes humedades en su planta baja desde que tiene dársena superior. La remodelación de su acera frontal motivó el inicio de constantes filtraciones de agua a su planta inferior. Por ello se requiere de una protección que evitaría las continuas filtraciones de agua que humedecen la pintura de la planta baja y hacen que salte.

Por otro lado, sus dársenas inferiores se han convertido en un foco de problemas para la empresa concesionaria Donado Campos, que opera en el sector del transporte público de viajeros estradense bajo el nombre comercial de La Estradense

La invasión de esta zona inferior por parte de jóvenes hacen que esté cubierta de graffitis y repleta de basura. Además, no es la primera vez que se llevan a cabo actos vandálicos en la zona al no contar con ninguna medida de seguridad que ayude a evitar esta situaciones.

Sin ir más lejos, en marzo la empresa sufrió un robo por parte de unos asaltantes que reventaron la rejilla de protección de su oficina, haciéndose con un botín que rondó los 1.000 euros en metálico.

Por su parte, la estación de Lalín arrastra problemas similares al tratarse de una construcción que supera las dos décadas de edad. Así, la estructura presenta numerosas filtraciones de agua y goteras en la parte delantera, daños estructurales y pequeñas grietas, además de pintura desconchada en varias paredes del edificio.

En un principio, la zona de la cafetería que alberga la estación no necesitaría de ningún arreglo, si bien en la parte trasera se han detectado humedades.

"Lo que se trata es de dar vida a las estaciones", ha resumido el director Xeral de Mobilidade Miguel Ángel Bugarín. Asimismo, el titular del departamento encargado de infraestructuras de la Xunta de Galicia, Agustín Hernández, subrayó la intención de "adecuar" las instalaciones a las normativas comunitarias. En concreto, la Xunta pretende adaptar las estaciones al reglamento de la Unión Europea sobre los derechos de los viajeros.