En el distrito de Deza-Tabeirós opera actualmente alrededor de medio centenar de trabajadores, de los que una veintena son agentes forestales y el esto brigadistas -hay siete brigadas, y cada una de ellas se compone de entre cinco y siete personas-, si bien la Consellería de Medio Rural declina ofrecer cifras exactas sobre el número de operarios, por cuestiones de seguridad.

El Pladiga 2012 cataloga las comarcas como Zona de Alto Riego de Incendios forestales (ZAR), a la que pertenecen 195 municipios gallegos. Ocho de las 106 torres de vigilancia esparcidas por el territorio se sitúan en la zona, que dispone también de una base de helicópteros, situada en el polígono Área 33 de Silleda. Los efectivos antiincendios del distrito utilizan y conservan ocho puntos de agua accesibles para medios aéreos, 141 para motobombas; y 43 mixtos.

Desde el pasado 1 de marzo, la Consellería de Medio Rural mantiene activa la precampaña de lucha contra los incendios, para la que incorporó más de 600 personas, como personal propio fijo discontinuo. Trabarán en todo el territorio gallego hasta mediados de noviembre para reforzar las labores que durante todo el año realiza el personal fijo de la Administración autonómica, y que supera las 800 personas.

Colaboración de concellos

Por primera vez, el departamento que dirige Rosa Quintana, propone a los concellos la constitución de brigadas propias para realizar tareas de prevención y extinción, una posibilidad que todavía sopesan los municipios de la zona. Trabajarían, en coordinación con la Xunta, durante los meses de mayor riesgo.

Podrían formarse hasta nueve cuadrillas -una por concello- de un máximo de seis operarios. La Xunta financiaría el 75% del coste, y el 25% restante correría a cargo de las arcas municipales. La titular de Medio Rural anunció ayer que la próxima semana pondrá en marcha los convenios para firmar con los municipios interesados. Además, anunció una inversión de dos millones de euros para la cesión de motobombas a los municipios.