La comarca de Tabeirós-Terra de Montes lucha contra la pérdida de población que a comienzos de cada año cantan los datos estadísticos. Los municipios de Forcarei y Cerdedo se han propuesto evitar que la sangría demográfica deje sin vida algunas de sus aldeas y están intentando impulsar proyectos para rehabilitar varios lugares, recuperando construcciones y programando destinarlas a una posible bolsa de vivienda para jóvenes y familias con pocos recursos que deseen asentarse en estos ayuntamientos.

Ejemplos de aldeas en riesgo de abandono por regresión demográfica sobran. Aunque Cerdedo es el único municipio de la zona que carece de lugares totalmente despoblados, el Concello dio a conocer hace unos meses que tiene su vista puesta en recuperar enclaves como Fraguas, en la parroquia de Tomonde, una de los lugares que más padece la despoblación que acompaña a muchos ámbitos rurales.

En Fraguas existe una docena de casas abandonadas y en estado ruinoso, rodeadas de un paisaje de gran belleza. Conserva su camino empedrado y su imagen parece haberse detenido en la que debía ofrecer al visitante hace cien años. Desde el ayuntamiento se informó de que varias familias alemanas tuvieron ocasión de trasladarle su voluntad de rehabilitar viviendas ruinosas existentes en este lugar y convertirlas en sus residencias.

En el marco del consorcio Conca do Lérez, del que forman parte los concellos de Forcarei, y Cerdedo -junto con Cotobade y Campo Lameiro- se abandera un proyecto en esta misma línea. Estos ayuntamientos conformaron una lista con los lugares que estimaron susceptibles de ser reconstruidos, atajando su despoblación a través de la puesta en valor de inmuebles ruinosos, muchas veces de propietarios desconocidos. La propuesta fue planteada en su momento a la ministra Ana Pastor en una reunión celebrada en Madrid y parece que la iniciativa se vio con buenos ojos.

Fraguas, en Tomonde, As Peniñas y O Milladoiro (en Parada), una parte alta de Filgueira, en Castro, o Lourido fueron algunos de los enclaves en los que se fijó Cerdedo. Trasdomonte, Ameixeiras, A Graña, San Xusto o Ventosela figuran entre las señaladas en Forcarei. Desde este ayuntamiento se indicó que se trataría de aldeas con casas abandonadas que mantienen el aspecto que poseían hace más de medio siglo, situadas en entornos de gran belleza paisajística propios de la Terra de Montes.

Si son muchas las aldeas que han de plantar cara al riesgo de abandono, el lugar de Grobas, situado en la parroquia forcaricense de Millarada, es uno de los ejemplos de despoblación más conocidos en la zona. No en vano se estima que lleva más de 50 años deshabitado. Alrededor de 1960, este lugar, que creció durante la Guerra Civil en las inmediaciones de unas minas de estaño y wolframio, perdió por completo su actividad. Sus difíciles accesos fueron provocando que los vecinos fuesen emigrando. Su vida se convirtió en solo un recuerdo que resuena en un paraje bucólico de la Serra do Candán. En lugares como este se intenta arrojar ahora semillas para un renacer.