El largo proceso judicial emprendido por los sindicatos contra la empresa Galaurea, prestadora del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) del Concello de Lalín está próximo a su fin. Así lo entiende al menos Comisiones Obreras (CC OO), tras la declaración, ayer, de cuatro trabajadoras de la firma, que avalaron con su testimonio las tesis de los delegados sindicales de la plantilla.

La sala del Juzgado de lo Social de Pontevedra acogió ayer una vista, aplazada hasta en dos ocasiones por incomparecencia de las testigos, en la que según el representante de Comisiones Eusebio Justo "queda probado que hay personal que trabaja a jornada completa", dijo. Justo cree que la declaración de estas operarias será clave a la hora de que el juez falle en contra de la empresa y la obligue a respetar el convenio suscrito en marzo de 2010. Este acuerdo establecía que Galaurea se comprometía a asumir a las ocho extrabajadoras de la sociedad Apalc con las condiciones laborales y económicas pactadas entonces. Justo insiste en que los testimonios de las trabajadoras "dejan claro" que la empresa no rebajó su carga de trabajo, sino que incluso hubo picos mensuales en los que lo incremento. "Creemos que los cambios en el acuerdo tomados de forma unilateral por Galaurea no son reglamentarios, porque incluso hay casos en los que figura personal con tres horas semanales trabajadas", manifiesta.

El representante sindical entiende que el fallo será favorable y, por tanto, condenará a la empresa a garantizar las condiciones laborales pactadas hace casi dos años con las cerca de una docena de exoperarias de Apalc. En 2010 Galaurea se había comprometido a garantizar a estas profesionales un salario de en torno a 900 euros mensuales por 37 horas semanales de trabajo. Meses después, Comisiones denunció que la compañía que presta el servicio de ayuda a domicilio rebajó de motu propio la jornada laboral y estableció salarios que oscilaban, en casos, entre los 200 ó 300 euros. Comisiones espera que el fallo judicial llegue lo antes posible.