Hay quien mantiene el vínculo con la tierra de sus padres comprándose una casa en el lugar, visitando a los abuelos a menudo o montando una estación meteorológica, como fue el caso de Marcos Diéguez. Aunque nació y reside habitualmente en Lugo, este joven visita con frecuencia la localidad de Vilarmaior (San Cristobo do Az, Rodeiro). "Tiven esta afección dende pequeno, pero non puiden estudar Meteoroloxía porque a carreira non existe como tal, senón que hai que cursar Físicas", explica.

El joven, con ahora 24 años, optó por formarse en Dirección y Administración de Empresas, para profundizar de forma paralela en todo lo relacionado a ráfagas de viento, precipitaciones acumuladas y sensaciones térmicas. Y su sueño de cuando niño vio la luz: en diciembre del año pasado montó en un prado de la familia una estación fabricada por la empresa americana Davis, una de las referencias en el mundo aeronáutico. "Este modelo é máis profesional, porque tiven outro anterior máis de afeccionado", comenta. El anemómetro para medir la velocidad del viento se sostiene sobre un mástil de Televés, a 10 metros de altura. Mientras, el pluviómetro automático, a 1,50 de altura, tiene que ser calibrado a diario por otro manual. A menos distancia, 1,30 metros, se ubica el sensor de temperatura. A estos aparatos hay que añadirles el detector de descargar eléctricas. Por si las moscas, en caso de un apagón la estación tiene una memoria interna que almacena todos los datos del último mes. "A estación tén un alcance de 300 metros e envía os datos por vía inalámbrica a unha consola, que vai conectada á súa vez a un ordenador" que, aunque se vaya la corriente, una vez que vuelva a tener suministro se reinicia por sí solo. El programa informático ejecuta los datos que le llegan desde la consola, que son actualizados en la web de Meteoclimatic cada 15 minutos, que se reducen a sólo 5 en la web propia de Marcos Diéguez, www.meteo-rodeiro.webcindario.com.

A modo de curiosidad, el joven añade que la decisión de colocar la estación sobre una finca familiar "non é só pola miña vinculación afectiva, senón porque a Organización Meteorolóxica Mundial (OMM) recomenda que estes sistemas se asenten sobre un chan de herba, porque unha superficie de cemento pode desprender calor e sobrequentar o sistema", explica Diéguez.

Esta instalación se convierte en el tercer sistema para saber qué tiempo hace en Rodeiro, ya que el concello cuenta desde el año 1979 con una Meteoescola en el colegio público, impulsada por el profesor Horacio Ferradás y que funciona manualmente. Por su parte, la estación de Meteogalicia en el Monte Faro es totalmente automática y cuenta con dos pluviómetros, un anemómetro y un sensor de temperatura. Sus datos se envían por ondas de radio.