El para muchos sexto arte recibió ayer homenajes a lo largo y ancho de Silleda con motivo de la tercera edición del Día Internacional da Música y el conjunto de actividades agrupadas bajo el nombre de "Música a fartar" organizadas en A Bandeira. Ambas celebraciones congregaron a un numeroso público compuesto por familias enteras que no se quisieron perder una jornada en la que se mezclaron los talleres con actuaciones y conciertos, y que finalizó con comidas multitudinarias. La meteorología también ayudó a que fueran muchos los que participasen en una fiesta como esta.

Las notas empezaron a sonar desde primeras horas de la mañana en Silleda gracias al pasacalles del grupo de gaitas de la escuela de música municipal. A partir de ahí, los talleres de construcción de instrumentos musicales como maracas o chifes, entre otros, que dieron paso a una interpretación conjunta de temas de rock and roll, de música activa con miembros de la Asociación Cultural Banda de Música de Silleda y una gymcana con aires de escondite dieron paso al concierto didáctico de la Banda juvenil de la escuela municipal dedicado al rock y que contó con la colaboración del contador de cuentos Ignacio Vilariño, que hizo las delicias de pequeños y mayores. El festival de fin de curso de esta escuela dio paso a una cena de confraternidad que contó con la presencia de dos centenares de comensales. Fernando puso el broche de oro musical a la noche.

En A Bandeira, el programa "Música a fartar" mostró en directo a las formaciones de veteranos, juveniles y actual plantilla de la Recreativa para, a continuación, organizar una comida popular, entre otras numerosas actividades que se prolongaron hasta bien entrada la noche.