Con apenas un minuto sobre el horario previsto, el financiero y abogado del Estado Mario Conde ofreció ayer en Lalín su particular visión de la situación financiera nacional e internacional en la última actividad de la II Xuntanza de Emprendedores organizada por Xepei en el Salón Teatro de la localidad. Conde fue presentado por la periodista Elisa Loncán quién, además de repasar el extenso currículum de este tudense que llegó a ser el banquero más poderoso de España, subrayó que "los políticos de derechas e izquierdas no le perdonaron su éxito" en alusión a su paso por la cárcel.

Conde comenzó recordando cómo surgió la posibilidad de participar en la cita lalinense: "Un día salía de mi casa y vi a dos personas en la puerta que me pidieron que viniera aquí y pensé lo mucho que se tomaban en serio el asunto". Tras una breve referencia a su ascendencia gallega, el ex banquero entró de lleno en la actual crisis afirmando que "la situación está complicada". En este sentido, Mario Conde también habló de una sensación de "aturdimiento" general por el comportamiento de la clase política nacional y de los diferentes mercados.

El que fuera presidente de Banesto aprovechó su presencia sobre el estrado para explicar que él si tiene "experiencia en el mundo financiero porque sé cuando suenan determinados teléfonos y las presiones que se ejercen en determinados despachos". Conde también desveló que en la actualidad es un "empresario familiar" dedicado a sectores como el del aceite de oliva, la maquinaria de construcción, la fabricación para terceros y la cosmética, sector este último en el que, según dijo, consiguió triplicar el nivel de facturación del último ejercicio.

La charla, siempre en tono cordial, deambuló por los factores y las posibles soluciones de una crisis que, según el financiero del Baixo Miño, "nosotros vivimos porque no nos hace falta que ni políticos ni periodistas nos la cuenten". Para Conde, el problema que está sufriendo la economía española "también es un problema de los otros, de Europa, y que puede en poner en peligro tanto a la propia Unión Europea como el euro".