El nuevo consejo rector de la cooperativa Indega celebró ayer su primer encuentro con los técnicos de la asociación, para asumir sus cargos y conocer el estado de la organización. El recién elegido presidente, Remigio Diéguez, manifestaba horas antes del encuentro que "haberá que acudir ao encontro" ya que, de no ocupar sus puestos en la directiva, los nuevos miembros podrían ser sancionados. Hay que señalar que en la asamblea del pasado jueves, los 120 socios presentes votaron, por mayoría, a Diéguez, de la SAT Vila Moa, seguido por Maximino Louzao, de Graba, que asumirá la secretaría, y Ganadería Mejuto, de Escuadro, que ocupará la vicepresidencia. Alfredo Canabal actuará de tesorero, mientras que como vocales fueron elegidos Manuel Fernández Pereiras, Antonio Camanzo Araújo y Luis Cerdeira. Varios de los escogidos no se hallaban en la asamblea en el momento de la votación, y de ahí sus reticencias a la hora de entrar a formar parte en el nuevo consejo.

En todo caso, en el primer encuentro de ayer se analizó el estado de cuentas de Indega, así como su viabilidad de cara al futuro. La sociedad tiene una deuda, a 31 de diciembre de 2008, de 842.000 euros, que a día de hoy se reduciría en unos 100.000 gracias a la disminución de personal y a unos beneficios que ascienden a 24.000 euros.