La empresa adjudicataria de la reforma de la Capela das Virtudes, en Agolada, ha recubierto con cal y pintado posteriormente la estructura en piedra de este antiguo edificio religioso, que de este modo sólo lucirá piedra en su fachada y en las dos columnas que la enmarcan. Esta intervención de Resconsa ha levantado varias críticas desde el seno del colectivo Amigos dos Pendellos, que compara esta actuación “co caleado que se fixo en moitas igrexas para frear a propagación da peste a finais dos anos 20, e incluso cunha intervención similar que se fixo sobre o propio Pórtico da Gloria”, recriminaba el miembro la asociación y escritor, Xosé Vázquez Pintor. Al margen de esta polémica, la obra se encuentra ya muy avanzada, de modo que sólo falta dotar al edificio de iluminación y decidir qué tipo de suelo tendrá la Capela das Virtudes, ya que hasta la fecha su piso de tierra escondía una canalización, en piedra, de las aguas pluviales y también de la capa freática.

A este incidente en la recuperación de la Capela das Virtudes hay que sumar la reciente intención frustrada de la empresa Dicsa de reformar cuatro “pendellos” con piedra serrada, al tener dificultades para conseguir un material más rústico.

Por otra parte, el concello también deberá decidir si traslada al edificio religioso las dos pilas de agua -una de ellas, bautismal- que permanecen en la entrada del consistorio, sin ningún tipo de identificación. De igual modo el alcalde, Ramiro Varela, también se había comprometido con Amigos dos Pendellos a trasladar desde un recodo del río Ferreiroa a su paso por Bidueiros el altar de dicha capilla, que originalmente se construyó en esta zona por orden de la familia García Ferreiroa.