El vertido de gasolina en un cortacésped causó ayer un incendio en el interior de la nave que la empresa Hermanos Villar usa como almacén y taller en la localidad silledense de Lamela. El siniestro causó heridas a uno de los operarios de la compañía, que fue trasladado en una ambulancia del 061 y está ingresado en el Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), puesto que presenta quemaduras de primer y segundo grado en el 12 por ciento del cuerpo. Las lesiones de este trabajador se concentran en manos y brazos, aunque su estado no reviste gravedad, según el último parte médico de la jornada.

Los hechos tenían lugar a las 16.51 horas de la tarde, cuando el empleado se disponía a rellenar el combustible del depósito de uno de los cortacéspedes en el salón de pruebas de la nave -la empresa es una de las firmas punteras de Silleda en cuanto a la venta de maquinaria-. En ese instante, la gasolina, bien por la temperatura del motor de la máquina o por la que tenía el propio combustible, comenzó a arder y expandió las llamas a otra maquinaria y varias piezas de repuesto acumuladas en el taller.

A este riesgo se sumaba la gran cantidad de disolventes guardados en estas instalaciones, lo que despertó la alarma no sólo entre los propietarios, sino incluso entre los vecinos, asustados por la humareda que producía el siniestro. La estampa sorprendía, además, a los conductores que a esa hora de la tarde se desplazaban por la N-525 y la AP-53, puesto que la nave se ubica al pie de la primera y en las cercanías de la salida de la autopista. La emergencia del siniestro de dicha empresa provocó que la alcaldesa de Silleda, Paula Fernández Pena, se desplazase también hasta el lugar, así como otros miembros del gobierno local.

En el incidente intervinieron efectivos de la Guardia Civil y el retén de guardia de los bomberos del Parque Intercomarcal, al que se incorporó durante la tarea de extinción de las llamas el jefe de este servicio, que acudió con un segundo camión motobomba para agilizar el control sobre el fuego. Empleadas de la empresa afectada se quejaron de que los bomberos habían tardado más de media hora en llegar, aunque éstos dicen que fueron 9 minutos desde que recibieron la llamada.

Escasa ventilación

La tarea para controlar las llamas se extendió tres horas, durante las cuales los bomberos hubieron de soportar temperaturas de hasta 956%, con el consiguiente riesgo de deshidratación, debido a que la nave dispone de una ventilación muy escasa. El servicio utilizó, además, 3.000 litros de agua para extinguir el fuego, alimentado por los mencionados disolventes y la numerosa cantidad de plásticos que alcanzaron las llamas. El incidente no afectó, sin embargo, a la estructura principal de la nave.

Cabe reseñar que los propietarios de Hermanos Villar se han convertido en los principales promotores de un polígono industrial en la zona de Lamela, que estaría situado precisamente justo detrás de la nave que ayer sufrió el percance.