La biblioteca del Centro Rural Agrupado (CRA) de Meis organizó ayer una actividad especial con motivo del Día del Libro, que se conmemoró el lunes pasado. Consistió en un "picnic literario", en el que hubo una búsqueda del tesoro, una sesión de lectura en familia y un concierto, y tuvo lugar en el entorno de la Aldea Labrega, en plena Ruta da Pedra e da Auga.

Hacia las diez de la mañana, unos 70 niños de entre tres y cinco años, provenientes de las siete aulas con que cuenta el CRA, llegaron a la Aldea Labrega, que está situada en el lugar de Serén (San Martiño de Meis).

La primera actividad fue una búsqueda del tesoro en la Aldea Labrega, en la que hay numerosas esculturas de piedra que representan a los personajes y construcciones más habituales del rural, y que fueron creadas en su día por los alumnos de la escuela de canteros de Poio. Los profesores escondieron siete libros entre las obras -uno por cada aula-, y los niños tuvieron que buscarlos apoyándoles en las pistas que les iban dando. Entre los "tesoros" que encontraron se encontraban títulos como "A casa da mosca chosca", "Seis barbudos", "¡Pilú Pilú!" o "Non fai falta voz".

Una vez todas las aulas encontraron su cuento bajaron hacia el merendero, donde hay dos parques con juegos para niños. Allí tuvo lugar el "picnic" propiamente dicho, pues los profesores, los niños y sus familias se sentaron en grupos a la sombra de los árboles, y leyeron los cuentos que habían encontrado en el juego anterior. Dado que se trataba de historias cortas, pudieron leer varias en cada grupo.

Y tras una merienda se llegó al broche de la actividad, que fue un concierto del grupo Migallas. El espectáculo se titulaba "Pan de Millo", y los actores intercalaron las canciones con una explicación didáctica sobre la elaboración del pan, que tenía un especial protagonismo en aquel lugar dado el gran número de molinos existentes, en los cuales se molía en el pasado el cereal con el que los vecinos obtenían la harina.

Terminado el concierto, los niños disfrutaron de un rato libre para jugar en los juegos de los parques infantiles que hay en esa zona de la Ruta da Pedra e da Auga, que en cuanto llega el buen tiempo suele estar llena de familias que van a pasar el día allí.

El CRA de Meis combinó de este modo una jornada pensada para despertar en los niños la afición por la lectura con el disfrute de la naturaleza y el aire libre, para lo cual escogieron uno de los parajes naturales más apreciados del municipio. Un lugar en el que también encontraron un refugio del sol y el fuerte calor de ayer, gracias a la frescura de la proximidad del río Armenteira y a la sombra de los árboles.

Quizás no fuese tampoco casualidad el título de otro de los libros escondidos como un tesoro entres las esculturas de la Aldea Labrega: "Árbores no camiño".