La estación de Vilagarcía de Arousa tuvo ayer por la tarde un inusual número de pasajeros en sus andenes como consecuencia de la avería de un tren que dejó a más de un centenar de viajeros en tránsito a la espera de otro transporte que los llevara a su destino a Vigo. A pesar de las protestas de las personas que tenían que estar en la ciudad olívica antes de las cinco de la tarde, la única solución fue esperar la llegada de otro convoy que arribó en su horario, pero una hora y cuarto después.

Los pasajeros afectados por la avería reclamaron la puesta a su disposición de un transporte alternativo para solucionar, aunque fuese por carretera, el problema de la avería del tren rápido que tenía que pasar por Vilagarcía a las 15.49 horas y llegar a Vigo-Urzáiz a las 16.20 horas.

Pero Renfe no logró ninguna empresa de autobuses que pusiera a su disposición de inmediato varias unidades para el traslado de tantos pasajeros, por lo que optó por hacer que los pasajeros esperaran en el andén vilagarciano hasta que llegara el otro tren rumbo a la estación viguesa.

Con el fin de contar con suficientes plazas disponibles para la acogida de todos los viajeros que esperaban en Vilagarcía, la compañía ferroviaria optó por bloquear de inmediato la venta de todas las localidades que aún quedaban vacantes en el siguiente tren; un regional con paradas en todas las estaciones que tenía prevista su llegada a Vilagarcía una hora y cuarto después.

El convoy fue anunciado a las cinco de la tarde para que los pasajeros en tránsito se trasladaran al andén 6, ya que en el más próximo a la estación aún permanecía el averiado. El tren partió a las 17.15 horas. Los viajeros mostraron su malestar por el importante retraso. Los afectados que iban a Vigo resultaron los más perjudicados porque el siguiente tren llegó a Vigo-Guixar al filo de las seis de la tarde, en otra estación y casi dos horas después.