El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, y el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, han firmado un convenio de colaboración para realizar unas catas arqueológicas en la zona de Cálago, donde hubo un castro y un monasterio. De hecho, se considera la zona poblada más antigua de lo que hoy se considera el casco urbano de Vilanova.
La Xunta aporta 6.000 euros para esta actuación arqueológica, cuya finalidad es obtener información sobre los vestigios que pueden estar enterrados. De ese modo, los expertos podrán hacerse una idea más real de los períodos en que estuvo habitado ese entorno y del valor arqueológico que se oculta bajo el sustrato.
La finalidad de este convenio es más científica que divulgativa, ya que al terminar las catas se volverán a cubrir los sondeos. El Ayuntamiento presentó el proyecto "para fomentar el conocimiento de Cálago y evaluar su potencialidad arqueológica con vistas a su futura puesta en valor".
Lobeira
El escritor Ramón María del Valle Inclán, y en mucha menor medida el también literato Julio Camba son los dos grandes recursos de Vilanova dentro del conocido como turismo cultural.
En torno al primero se abrió un museo e incluso se trazó en su día una ruta por algunos de los monumentos religiosos y civiles más importantes del municipio.
Desde un punto de vista arqueológico, por su parte, el gran tesoro de Vilanova es el monte Lobeira, en cuya cima existió un castillo, que formaba parte supuestamente de un entramado defensivo de la costa gallega, junto a torres como la de A Lanzada o las de Catoira.
En Lobeira se realizaron algunas actuaciones tímidas de puesta en valor, pero aún así se trata de un destino que se vende solo, al tratarse de uno de los miradores más espectaculares de la comarca.
El objetivo de la actuación en Cálago es sacar a la luz la otra gran joya histórica del municipio, como es el monasterio que existió en la zona -donde ahora se encuentra el cementerio- y del que ahora solo quedan restos de una torre, que forman parte del escudo municipal.
