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Broche musical con dedicatoria

Los alumnos de la Escola de Música de Meaño regresan del campamento

Concierto ofrecido por los alumnos que han participado en el campamento organizado por la Escola de Música de Meaño. // Iñaki Abella

Desde coros, a las bandas infantil y juvenil de campamentos, pasando por grupos seccionales y de expresión corporal, todo tuvo cabida en un concierto que, como cada año, encandiló con notas de emoción. Se trataba del segundo pase por cuando ya ofrecieran una primera función en la noche del miércoles en Mondariz, si bien aquella se frustró en parte dado que la amenaza de lluvia impidió la ejecución del repertorio completo. La expedición partía el pasado domingo en dos autobuses con los campistas y profesores, junto con todo el instrumental musical en un porte especial, y contó en Mondariz de una semana plena de actividades formativas, que incluían formación musical intensiva, en ocasiones hasta con días de hasta cinco y seis horas de trabajo, con una parte lúdica en la que hubo hípica, piscina veladas musicales, paseos y tarde en la playa fluvial O Val.

Esta iniciativa lúdico-formativa estaba dirigida los alumnos de la Escuela de Música nacidos entre los años 1999 y 2008, y su coste era de 150 euros por campista en régimen de alojamiento y pensión completa en el colegio Marcote Cemar, precio que incluía el desplazamiento de ida y vuelta en autobús. Sobre dicha tarifa se aplicaban luego los descuentos contemplados en la ordenanza municipal para alumnos matriculados en extraescolares municipales, presencia de más de un hermano, discapacidades y familias numerosas o monoparentales.

El pasado año fueron 90 los participantes en este campamento que tuvo como destino el barrio de Lavadores en Vigo, un número que mermó un tanto motivado en buena parte por la distancia de la sede elegida. En ediciones anteriores la iniciativa viajara a localidades como Cangas, Allariz, Oleiros o Soutomaior, entre otras.

Los profesores animaron como cada año a la participación, convencidos de que el campamento musical es una excelente opción para que los alumnos mejoren sus capacidades como instrumentistas, tanto que estos cinco días de trabajo intensivo se corresponden, según apuntan los docentes, a la mejora en ocasiones equivalente a cinco o seis meses de clase reglada durante el curso académico. Además el campamento contribuye e la socialización de los alumnos en un ambiente distendido, y a la interrelación con sus profesores, siempre dentro de un marco de formación enriquecedor.

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