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Usuarios y personal perjudicados

El verano destapa las deficiencias por altas temperaturas en el ambulatorio de Vilagarcía

Los trabajadores pidieron a través de sus representantes sindicales que la unidad de riesgos laborales acuda al centro y realice mediciones -El martes en el área de extracciones a primera hora de la mañana sudaban todos

El ventilador de una consulta del PAC de Vilagarcía. // Iñaki Abella

El viejo ambulatorio de San Roque, en Vilagarcía de Arousa, único centro de atención primaria de la ciudad, no solo adolece de problemas de espacio. En el verano sus instalaciones se convierten en un horno para usuarios y trabajadores que tienen que soportar altas temperaturas; incluso superiores a las registradas en la calle a pleno sol. No es una situación nueva, se viene denunciando desde hace años, pero la única respuesta que ha recibido el personal del centro es el reparto de ventiladores.

Con la llegada de la época estival se reaviva el problema. Esta última semana de calor ha puesto a prueba la paciencia y capacidad tanto de los profesionales que trabajan a pesar de las altas temperaturas como de los pacientes que aguardan su turno en unas tórridas salas de espera y, como compensación, llegan a unas consultas más calurosas todavía.

Eso sí, en los despachos los profesionales están acompañados por ventiladores que, según denuncian, lo único que hacen es remover el aire caliente.

El calor es más acusado en el horario de tarde, especialmente en la segunda planta de consultas, aunque el verano acaba de comenzar y sus efectos ya se hicieron notar en el centro vilagarciano de Atención Primaria. El pasado martes a primera hora de la mañana la sala de extracciones de sangre estaba operando con un exceso de calor tal que, a pesar de tener la ventana abierta que da a la parte posterior del edificio, a las ocho y media de la mañana tanto el personal del ambulatorio como los usuarios estaban sudando de forma exagerada.

El calor fue incrementándose durante la jornada y por la tarde fue casi imposible soportar las temperaturas en el interior del edificio.

Los trabajadores han solicitado a través de sus representantes sindicales la presencia de la unidad de prevención laboral para que sus efectivos acudan al centro en los días de calor y comprueben las altas temperaturas a las que están sometidos, con el fin de instar al área sanitaria integrada la búsqueda de una solución a este problema que se recrudece cada vez que suben las temperaturas.

Las denuncias cursadas el año pasado sobre esta situación de extremo calor en el centro médico vilagarciano fueron respondidas desde la gerencia con el envío de algunas unidades más de ventiladores.

Estos equipos llegaron tanto para las consultas de atención primaria, de médicos y enfermería, como para los efectivos del Punto de Atención Continuada PAC, que también padecen altas temperaturas durante sus maratonianas jornadas de trabajo en la época estival.

El problema es que estos ventiladores, además de limitarse a remover el aire caliente dentro del recinto, logran también esparcir los virus que portan los pacientes cuando llegan a las consultas, algo completamente insalubre e inapropiado para un centro médico.

La plantilla de este centro médico demanda soluciones adecuadas al gran problema del calor en las consultas y en el PAC. Los trabajadores consideran que se trata de un edificio antiguo que ha sido renovado varias veces pero que continúa presentando numerosas deficiencias estructurales.

Desde estamentos sociales y políticos de Vilagarcía se demanda la construcción de un nuevo centro de salud adecuado a las necesidades de su población. Pero mientras Sanidade decide dónde ejecutar las obras y su financiación, piden la mejora de las condiciones de las actuales instalaciones.

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