Aunque el número de inmigrantes con distintas nacionalidades vaya descendiendo cada año en el padrón municipal de Vilagarcía, hay otros ciudadanos foráneos instalados en la capital arousana que no se incluyen en esa estadística. Se trata de los vecinos procedentes de otros países que obtienen la nacionalidad española. Para ello, deben superar unos exámenes.
Una vez que ya disponen de la nacionalidad, se inscriben en el Registro Civil. Se trata de un trámite que está al orden del día en la oficina de Vilagarcía y que para nada ha descendido en los últimos años, sino todo lo contrario. De hecho el grueso de la actividad en el Registro vilagarciano se corresponde con trámites a ciudadanos extranjeros.
Cuando se inscriben en el Registro, algunos optan por mantener sus apellidos originales, mientras que otros los adaptan. En cuanto al orden de los mismos, va ganando terreno -muy poco a poco- la anteposición del apellido materno frente al paterno (tanto en vecinos oriundos como foráneos).
