El colectivo de los valeiros sabe que es necesario un importante caudal en el Ulla para capturar lamprea mientras ésta remonta el río para desovar. Pero estos pescadores también saben que las intensas precipitaciones de las últimas semanas hicieron que el nivel del agua subiera en exceso, lo cual aumenta el peligro para ellos y los riesgos para sus aparejos, por lo que se antoja razonable paralizar la actividad hasta que el temporal amaine y las aguas vuelvan a su curso.
Así las cosas, después de dos días levantando las nasas butrón de un par de embarcaciones -aunque hay una veintena autorizadas- con un botín de tres ejemplares, los valeiros concluyen que no vale la pena arriesgarse a perder los aparejos y prefieren parar, aunque el precio que se está pagando resulta francamente bueno para sus intereses.
"Para capturar una lamprea no vale la pena arriesgarse a que la corriente del río destroce los aparejos", indicaba ayer, tras la segunda jornada de faena, el valeiro de Rianxo Telmo Angueira Conde.
Y eso que puede considerarse un auténtico privilegiado, ya que el miércoles fue el encargado de pescar la primera lamprea de la temporada, vendida al restaurante rianxeiro Parrillada Ourense por 150 euros, y de nuevo fue el único con "premio" ayer, pues se ocupó de sacar del agua dos nuevos ejemplares, en este caso entregados al mismo establecimiento a un precio de 70 euros la pieza.
En dos jornadas se capturaron tres lampreas, y las tres a manos de Telmo Angueira y su compañero de tripulación en la embarcación "Espada", que a pesar del éxito secundan la paralización temporal de la campaña.
