El "Divernadal" meañés, concebido a modo de ludoteca navideña, deja su huella este año en cada casa de cultura de las diversas localidades que componen el municipio. Y que esta oferta, concebida por primera vez en una versión itinerante, celebra su ludoteca cada día en una localidad diferente. Aunque algunos padres lamentan que este cambio diario de sede les supone un trastorno no es menos cierto que les ayuda tanto a ellos como a los niños a recorrer y conocer de paso el municipio "porque hay gente que aún no sabe ubicar la casa de cultura de algunas localidades", reconocía Marisa Salgueiro, una de las tres monitoras. "Y es que uno de los objetivos que nos proponemos -continúa- es, si el tiempo acompaña, sacar a los niños al exterior no solo para jugar sino para conocer un poco el entorno de la casa cultura de la localidad en la que estamos ese día".
Cierto que la lluvia impidió cumplirlo ayer en Simes, que era por cuestión de turno sede de la ludoteca, por lo que los niños limitaron su actividad al interior de la casa de cultura donde realizaron un taller de manualidades y disfrutaron con juegos de mesa, desde el parchís al dominó, pasando por los naipes y la oca entre otros. "Cada día promovemos un taller diferente -explica Cruz Castro-, otra de las monitoras-, que va desde la cocina, con la elaboración de galletas de mantequilla que los propios niños amasaron y luego horneamos en la jornada del martes en Lores, a las manualidades con materiales diversos".
"Queremos -añade- que cada día los niños se lleven algo fabricado en esta ludoteca con sus manos para casa". "A la par -continúa- dejamos nuestra huella en cada casa de cultura por la que pasamos, por ello en cada una estamos dejando algo relacionado con la navidad: un árbol, un Belén, un Papá Noel? que nosotros confeccionemos con los niños durante esa jornada, es como dejar nuestra huella de haber pasado por aquí".