El Belén Artesanal en Movimiento de Valga, inaugurado el domingo, es uno de los acontecimientos sociales y culturales de Galicia, de ahí que en cada edición lo visiten decenas de miles de personas.
En solo dos días de actividad ya desata pasiones. En la jornada inaugural, sin ir más lejos, pasaron por el local de exposición un millar de ciudadanos llegados de diferentes partes de las comarcas de Caldas y O Salnés, pero también de otros puntos de Galicia e incluso ciudadanos de otros puntos de España, aprovechando el puente festivo.
Cerca de 4.000 figuras -de las cuales alrededor de medio millar tienen movimiento-, una superficie expositiva de 450 metros cuadrados y un cuidado decorado, en consonancia con una estudiada iluminación, constituyen las características principales de esta composición artística.
A esto hay que sumar las bombas de agua, cerca de 10.000 bombillas y unos 30.000 metros de cableado para entender mejor el funcionamiento de este gran decorado que se cambia y amplía todos los años incorporándose siempre alguna que otra sorpresa y muchas figuras nuevas; esta vez han sido doscientas más.
Y es una propuesta apta y recomendable para todos los públicos, independientemente de creencias religiosas o ideologías políticas. Y es que no solo incluye figuras y decorados propios de la Navidad, sino que deja espacio a aspectos profanos y escenificaciones de la más rabiosa actualidad.
De este modo las imágenes en movimiento de José y María -subida a la burra- mientras buscaban un lugar para el nacimiento del Niño Jesús, su venida al mundo en el Portal, la llegada de los Reyes Magos de Oriente, el castillo de Herodes con sus soldados haciendo guardia y otros aspectos similares comparten protagonismo con oficios tradicionales y costumbres propias del rural, como la matanza del cerdo, la pesca fluvial, la recolección de trigo o la elaboración de vino y aguardiente.
Pero eso no es todo, pues tienen cabida cuestiones políticas, sociales y deportivas de todo tipo, como la crisis siria, el juicio por el "caso Asunta", los movimientos proindependentistas catalanes, el último campeonato del mundo de motociclismo, los jugadores del Celta, la Vuelta Ciclista a España y un largo etcétera de asuntos.
Todo esto se hace realidad gracias a la Asociación de Amigos do Belén, que desde principios de septiembre trabaja cada año sin parar para hacer realidad esta exposición donde las figuras y decorados se elaboran con papel, escayola, pasta de modelar, alambre, madera, piedra, tela y cualquier otro elemento que pueda ayudar.
Una treintena de personas, que se implican desinteresadamente para iluminar la Navidad de Valga y toda Galicia con esta obra, se ocupan de elaborar a mano cada figura, cada maqueta y cada parte del decorado. "Y no hay nada comprado, sino que todo es artesanal, y la mayoría de las veces, reciclado", presumen.
Lo hacen recurriendo a la imaginación y a los más ingeniosos inventos. A modo de ejemplo, para que todo funcione el motor de una lavadora, como también el de un cepillo de dientes o el del impiaparabrisas de un coche sirven para dar vida a las figuras o hacer que fluya el agua de un río. Al igual que un reloj de mano o de bolsillo puede convertirse en el reloj de la fachada de la casa consistorial, que además está en hora.
Hay también un hueco para las nuevas tecnologías, ya que "con un ordenador y un programador se simulan las distintas fases del día, así como otros efectos de luz, sonido, nieve o truenos".
En definitiva, que la tradición religiosa no está reñida con las fiestas, la política o las catástrofes, lo cual convierte este Belén Artesanal en una especie de escaparate donde mostrar el pasado y el presente de Valga, España e incluso el mundo, ya que se incluyen figuras como las de Barack Obama y Raúl Castro reconduciendo las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
Tanto es así que lo que nació como un Belén para representar una aldea de Valga se ha convertido en una aldea global donde "las escenas que se representan no son las típicas de un desierto y camellos, que también los hay, sino que pasamos a ver cómo en una casa están realizando la tradicional matanza del cerdo o cómo una señora ordeña una vaca, entre otras muchas escenas de la Galicia rural que se pueden contemplar en un paisaje con distintos microclimas", destacan en la Asociación de Amigos do Belén.
