La flota arousana ya no fue capaz ayer de completar los topes de captura de la volandeira, cuya campaña de extracción se inició este martes. Si bien el primer día la mayoría de los barcos de Cambados sí volvieron a tierra con los cupos completos (35 kilos diarios por tripulante), mientras que los de Rianxo tuvieron peor suerte, ayer ya ni siquiera los cambadeses pudieron descargar todo el marisco para el que tenían autorización.
Así, los 35 barcos del "bou de vara" o del "rastro sen dentes" -también conocido como "talibán"- de Cambados que salieron a pescar vendieron en la lonja unos 1.900 kilos de este preciado bivalvo de la familia de la zamburiña, frente a los 2.500 kilos de la primera jornada.
En el caso de Rianxo, faenaron en torno a una treintena de embarcaciones, y subastaron en la lonja en torno a 1.600 kilos, una cifra semejante a la del día anterior.
Así las cosas, parecen cumplirse los presagios de los marineros de Cambados, que aseguraron que el buen resultado del martes era solo un espejismo, y que pronto se agotaría el recurso que está en la zona más próxima a Cambados. Una situación que también padecen los pescadores de Rianxo. "Hay que dar varios lances en el mismo sitio para coger algo, si no es imposible", relata el patrón mayor de esta última localidad, Miguel Ángel Iglesias. En contraposición, los precios sí están siendo buenos. En Cambados oscilaron entre los 6,25 euros el kilo y los 2 (el precio medio fue de 4,95), y en Rianxo entre los 6,80 y 2,40 euros el kilo.
