La Mancomunidade do Salnés coordina desde hace unos años la promoción turística de los nueve ayuntamientos de la comarca. Uno de los técnicos que trabajan en esta materia es el gerente del órgano, Ramón Guinarte (Vilanova, 1970), que aunque se tituló en Magisterio y Pedagogía, con el tiempo se especializó en materias como Comercio Internacional y encaminó más su carrera hacia la gestión. El actual gerente de la Mancomunidade empezó a trabajar en la misma en 2001 como director de un proyecto, "A Segorella", que marcó un antes y un después en la promoción turística de los municipios del interior arousano (Ribadumia, Meis y Meaño), puesto que la rehabilitación de los molinos de río y la creación de senderos es, una década y media después, uno de los grandes atractivos turísticos de la comarca.
-¿Qué es lo que más le gusta de O Salnés a los comercializadores turísticos?
-El paisaje, la combinación de los colores verde y azul, la ruta de los molinos, la gastronomía, nuestra forma de vida. Dicen que aquí encuentran vivencias auténticas, además de una gente muy hospitalaria y amable.
-¿Y venden la marca O Salnés?
-No, en el extranjero no puedes vender O Salnés. Nuestra estrategia de venta en el exterior es que para conocer España tienes que conocer Galicia, y es dentro de Galicia donde intentamos vender O Salnés, que según el Centro de Investigaciones Sociológicas es la primera comarca turística de Galicia, por encima de Santiago. Pero no solo promocionamos O Salnés. También llevamos a la gente a ver Santiago, esa es una visita obligatoria, Pontevedra, Combarro...
-¿Cuál es la mejor baza de O Salnés para competir por el turismo de invierno?
-El recurso gastronómico es el más eficaz. El turista de otoño o invierno es un turista de mediana edad, prejubilado o con profesiones liberales que le permiten viajar más a menudo, y con hijos ya mayores. También les interesa el relax y el turismo de salud, con los spa, los balnearios o los tratamientos de talasoterapia. Y un tercer recurso de O Salnés es la naturaleza y las rutas para caminar.
-Se suele decir que el turista de invierno tiene un elevado poder adquisitivo.
-Una agente rusa que estuvo aquí ya nos mandó sus primeros clientes, un matrimonio. Y vinieron con su propio traductor y con un paquete turístico diseñado para ellos. Por otra parte, los turistas rusos, por ejemplo, son tremendamente cultos, y cuando salen de viaje se informan mucho de la cultura y la historia del lugar que van a visitar.
-Pero no todo será idílico.
-Hay muchos establecimientos con un nivel de calidad muy alto, pero también hay puntos débiles. Los profesionales que traemos en los viajes de promoción nos avisan de que el personal que trabaja en hostelería tiene que mejorar en conocimiento de idiomas extranjeros, y que por lo menos debería dominar el inglés. Y después hay detalles que no se hacen bien quizás por despiste, porque son fáciles de solventar, como que cuando se alojan en un hotel no encuentran los canales internacionales de televisión.
-¿Qué nichos de negocio hay para el sector privado?
-En los últimos años, en O Salnés ha crecido mucho la oferta complementaria a los hoteles y restaurantes. Hay desde empresas que hacen la "translatio" en kayak o moto de agua, hasta otras que ofrecen rutas a caballo o en bicicleta, o que permiten conocer a pie de playa el trabajo de las mariscadoras. Eso es mérito del sector privado, y enriquece mucho al conjunto del sector. Lo que quizás no haya, o haya poco, es una oferta de itinerarios, una empresa que realice rutas organizadas para parejas o grupos pequeños.
-Sostiene que los arousanos quizás aún no son plenamente conscientes de los recursos turísticos que tienen.
-Se están descubriendo ahora. Al turista ruso o al alemán no les preocupa que llueva. Nosotros tenemos que ir a por el turista que está cansado de la masificación. Nosotros ofrecemos calidad de vida, tranquilidad e historia.
-Pero las islas Canarias o las Baleares también están llenas de rusos y alemanes ávidos de sol.
-Nuestro objetivo es un turista maduro, no tanto en edad como en experiencias. Un turista que ya estuvo en Canarias o Levante y que está cansado de esos lugares, que ahora busca calidad y experiencias auténticas.
