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El centro de usos náuticos de A Illa atrae el interés de 27 empresas

El proyecto servirá para concentrar la actividad de piragüismo y embarcaciones tradicionales en el entorno de O Bao

Parcela en la que se va a construir el centro de usos náuticos de A Illa de Arousa. // Iñaki Abella

Un total de 27 empresas concurren al concurso para ejecutar las obras de construcción del que será el edificio de usos náuticos de A Illa, inmueble que se va a ejecutar en la zona más al sur de la playa de O Bao y en el que se van a aglutinar las actividades del Clube de Piragüismo Illa y de la Escola de Navegación Tradicional. La obra es finaciada por la Diputación de Pontevedra y por el Concello, y se ha licitado por 1,4 millones de euros, a lo que hay que añadir más de 200.000 en concepto de IVA, por lo que su coste ascenderá a 1,6 millones.

La dotación de una infraestructura de estas características para A Illa venía siendo demandada desde hace años, ya que las dos entidades que se van a beneficiar de su construcción sobreviven en precario en sus sedes de O Bao, que se encuentran afectadas por Costas y no pueden ser remodeladas.

Pese a que el proyecto sufrió una serie de dificultades que provocaron que se dilatase en el tiempo, los técnicos de la Diputación y del Concello acabaron redactando un estudio que va a ser el que se ejecute en O Bao. El anterior presidente de la Diputación, Rafael Louzán, y el alcalde de A Illa, Carlos Iglesias, presentaron el pasado mes de junio el proyecto en el entorno en el que se va a situar, donde escenificaron la firma del convenio de colaboración entre ambas entidades. El inmueble, además de acoger a los dos clubes deportivos, va a ser eminentemente funcional y podrá acoger otras actividades ya que entre las novedades del diseño destaca la de unas gradas al aire libre que van a permitir que se convierta en un auditorio. Ese auditorio contará con una capacidad de unas 600 personas y estará orientado hacia el mar.

El proyecto actual es muy diferente al inicialmente planteado en un concurso de ideas, cuyo ganador acabó renunciando a su ejecución, apostándose por la reducción de costes y por darle la máxima funcionalidad, eliminado elementos innecesarios para su actividad y creando un inmueble mucho más reducido y acorde con el entorno en el que se sitúa.

El edificio se va a instalar en el actual estacionamiento de O Bao, en las inmediaciones de una playa con bandera Azul, por lo que deberá acoplarse al medio en el que se ubica, dejando como único elemento destacable la instalación de una vela que lo coronará, un guiño hacia las actividades naúticas que acogerá una vez se encuentre en funcionamiento.

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