Tremendo fue el mazazo que los numerosos vecinos que anoche paseaban por la céntrica zona de A Baldosa sufrieron al comprobar que un niño de tan solo 8 años, Cristian Cores Alexander, caía desplomado en la calle y ya no se pudo hacer nada por salvarle.

El chiquillo jugaba al fútbol con unos amigos como hacía en tantas otras ocasiones, con la circunstancia especial de que comenzaban las vacaciones de carnaval.

En pleno partido, a eso de las 22,15 horas, el niño se cayó al suelo, en lo que parecía un desvanecimiento, pero que al final tuvo consecuencias fatales.

Fueron sus amigos quienes avisaron de lo que había ocurrido a otros adultos. Inmediatamente se procedió a llamar a los servicios de emergencia, pues la situación ya aparentaba extremadamente grave, porque el niño no reaccionaba.

En el lugar se presentó la ambulancia de Protección Civil de Vilagarcía, en la que durante unos 35 minutos se practicaron al pequeño maniobras de reanimación, que resultaron absolutamente inútiles pues ya estaba sin vida.

Más tarde llegó hasta la calle Romero Ortiz la ambulancia medicalizada del 061, procedente de Vigo, pues la que tiene base en Pontevedra se encontraba de servicio en otro operativo. En esta segunda ambulancia fueron atendidos a consecuencia del shock, los padres del pequeño, aunque todavía no eran conscientes del fatal desenlace.

Los servicios de emergencia acordonaron todo el lugar, pero ello no evitó que decenas de personas se arremolinaran en torno al lugar donde se produjo el tremendo suceso.

En los corrillos se lamentaba la desgracia de esta familia, muy conocida en Vilagarcía por la actividad mercantil que han desarrollado durante muchos años.

Al ocurrir en plena calle, aunque se trate de una muerte natural, el cuerpo del pequeño ha sido enviado al Instituto Anatómico Forense con el fin de que se le practique la autopsia para determinar las causas del repentino óbito, que en principio cuenta con rasgos de muerte súbita, según explican los técnicos que atendieron la situación durante casi dos horas.

La noticia del fallecimiento del pequeño corrió como la pólvora por todo el entorno. "Era un niño que jugaba muchas veces con el balón por estas calles", explicaba ayer uno de los vecinos que frecuentan el entorno y le conocía.

En el lugar de los hechos también se personaron agentes de la Policía Local y Nacional, que confeccionarán el atestado que se dirija al juzgado de guardia.