La Policía Local de Cambados cuenta desde hace unos días con un nuevo coche patrulla. Pero éste tiene dos singularidades: la primera es la marca, Saab; y la segunda la forma de adquisición, mediante un decomiso.

Todo empezó hace algo más de tres años, cuando la policía retiró de la vía pública y depositó en el almacén municipal de vehículos el Saab 93 de un arousano que había cometido una infracción. Pero éste, lejos de acudir inmediatamente a reclamar el vehículo -cuyo precio, nuevo, parte de 30.000 euros- tardó unos tres años en hacerlo.

Para entonces, si quería quitar el coche del taller tenía que pagar unos 6.000 euros, correspondientes a la multa de tráfico, el enganche y retirada de la grúa, y el abono de unos 36 meses de almacenamiento en el depósito.

El hombre intentó entonces negociar a la baja el precio del rescate del automóvil, pero parece ser que en el Ayuntamiento de Cambados le respondieron que eso no se podía hacer, por lo que el propietario del vehículo terminó avisando de que no pagaría los 6.000 euros. Acto seguido, y ante la tesitura de qué hacer con un coche de esa calidad, el grupo de gobierno que dirige Luis Aragunde y la Policía Local decidieron dirigirse a la Jefatura Provincial de Tráfico y a los juzgados para solicitar la transferencia del turismo, y su utilización para la vigilancia y control del tráfico.

Tráfico y el juzgado aceptaron, de modo que se rotuló la berlina, que patrulla desde hace poco por las calles de Cambados. El parque móvil de la policía de esta localidad se completa con un Peugeut 307 -la mayoría de los coches policiales en O Salnés son de esta marca o de la también francesa Citroën-, un todoterreno Ssangyong Action, el Saab -una marca sueca-, y cuatro motocicletas. De éstas, dos son de la casa Piaggio y otras dos son Suzuki.