La premura con la que el Concello de Vilanova de Arousa está tratando de tramitar la modificación de sus Normas Subsidiarias para dar cabida al centro comercial de San Miguel de Deiro, con Alcampo como motor, ha hecho saltar todas las alarmas en el comercio de O Salnés, que teme que la puesta en marcha de este proyecto suponga la muerte para el tejido social y empresarial de la comarca.

Marcos González, presidente del Consorcio de Comercio de O Salnés, arremetió ayer contra este proyecto, dudando de que "sea una prioridad para esta zona, y mucho menos para Vilanova de Arousa, ya que va a suponer la muerte para las calles comerciales de los Concellos de O Salnés, incluido el propio municipio en el que se están dando todo tipo de facilidades para que se asiente".

El daño al pequeño comercio, continúa González, "va a ser irreparable, pero también lo va a ser para los propios Concellos, que van a ver como sus ingresos disminuyen, al no haber tejido comercial en sus calles, y afectará incluso a las personas que poseen bajos comerciales y que ahora se están beneficiando de la iniciativa de los pequeños emprendedores mediante el alquiler de los mismos".

La actitud que está mostrando el alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán, no deja de sorprender en el interior del Consorcio de Comercio, "pues no está defendiendo al creciente tejido empresarial que se está creando ni a su propio municipio al apoyar este tipo de iniciativas; se está volcando con un macroproyecto que lo único que va a conseguir es dejar todo vacío y convertir los pueblos de O Salnés en un desierto con la falacia de los puestos de trabajo que va a crear".

Además de este daño al pequeño comercio, González considera que se están dando "datos irreales" de la magnitud del proyecto, especialmente en lo que respecta a la cuantificación de los puestos de trabajo.

Tanto el alcalde de Vilanova de Arousa como los responsables del proyecto siempre argumentaron que la puesta en marcha del centro comercial iba a suponer la creación de 500 puestos de trabajo directos, unas declaraciones que González califica, cuando menos de "chocantes, ya que ningún centro comercial de estas características cuenta con medio millar de trabajadores".

Incluso en el caso de que finalmente se concreten los aludidos quinientos puestos de trabajo, González recuerda que "son ofertas laborales muy precarias", además de incidir en que la creación de estas opciones laborales va a suponer la pérdida de cientos de puestos de trabajo en toda la comarca de O Salnés vinculados al pequeño comercio.