Al filo del mediodía, un autobús esperaba ante la capilla de San Roque por el penúltimo de los grupos de turistas del "M.S. Bremen" que,de entre las alternativas que ofrecía el touroperador, decidió quedarse en Pontevedra para conocer su casco histórico. Los miembros del pasaje, en su mayor parte alemanes, se mostraban satisfechos por descubrir una ciudad "con un casco histórico tan bien preservado" y la mayoría mostraba su agrado por el gran número de plazas y espacios públicos abiertos que ofrece la zona monumental. "La plaza de A Ferrería nos ha encantado", dice un turista alemán con serias dificultades para pronunciar el nombre gallego de este emblemático espacio pontevedrés. Lo mismo que les ocurría cuando trataban de destacar la belleza de La Peregrina.