Aún es pronto para saber cómo evolucionarán las posibles negociaciones entre las administraciones y las Clarisas con el fin de definir el futuro del convento y además, "estas cosas levan su tiempo y nunca son fáciles". Así lo admitía ayer el alcalde, Miguel Fernández Lores, 24 horas después de anunciar que es "del máximo interés para el Concello recuperar el convento para la ciudad" una vez que se conoció su cierre.

El gobierno local, aclarado que debe negociar directamente con la orden religiosa y no con el Arzobispado, ya entabló los "primeros contactos", pero sin avance alguno. Lo que sí tiene claro el alcalde es que "todas las administraciones se deben implicar" especialmente en el aspecto económico. "Si no va a haber ninguna actividad en Santa Clara, lo normal es negociar su incorporación a la ciudad (especialmente la huerta de unos 9.000 metros cuadrados) mediante una cesión, un convenio o cualquier otra fórmula", precisa Lores.

Una de esas posibles vías también la sugiere el regidor: "Ese inmueble necesita de una gran inversión para su rehabilitación y para su mantenimiento y si se implican todas las administraciones en ese objetivo, a cambio se puede lograr el uso público", una idea que ya manejaba la Diputación durante la presidencia de Rafael Louzán.