Fue en su día una de las actuaciones más ambiciosas del Plan municipal de Tráfico, pero el millón de euros que entonces se consideraba necesario para acometer el proyecto previsto, que apuesta por una remodelación integral de todo el entorno, mantiene "en suspenso" desde hace casi tres años su posible ejecución, y así parece que seguirá en el futuro. Se trata de la peatonalización del puente de O Burgo, un proyecto que a día de hoy "no es urgente", según admite el concejal Luis Bará, que alude a esos "obstáculos económicos". Lo mismo que se decía en 2013.

El diseño elaborado por el Concello para peatonalizar el emblemático puente va mucho más allá de eliminar el tráfico. "Si fuera simplemente así, se podría hacer mañana mismo", apuntó el edil, pero la idea barajada en su día estaba más en consonancia con la importancia del puente: retirar el asfalto y pavimentar el viaducto con losas de piedra, crear un paso de peatones similar al de Rosalía de Castro (ante la Audiencia) en el tramo de la avenida de Buenos Aires frente al puente, e incluso eliminar los voladizos acoplados en su día a sus laterales.

Una de las opciones que se barajó era acudir al 1% Cultural del Ministerio de Fomento, porcentaje de las adjudicaciones de este departamento que se destinan a obras en el patrimonio, como ya ocurrió hace años con parte del Camiño Portugués por el casco viejo. Hasta ahora, el entorno del puente de O Burgo fue objeto de obras menores como asfaltados y mejora de pasos de peatones.