Fue a finales de 2014 cuando el portavoz de Democracia Ourensana, Pérez Jácome, abría el melón de la polémica entorno a la banda de música municipal. La denuncia pública era sobre un "sobregasto" del Concello que tenía previsto "investigar", y sin descartar el llegar incluso a la vía judicial.

Los argumentos que puso encima de la mesa Jácome son que cada concierto de la banda tenía un coste para el Concello de algo más de 8.000 euros. Por lo que, según sus cuentas, el coste anual ascendía a un total de 400.000 euros, y que cada uno de sus 33 músicos salga a más de 12.000 euros. Y cuestionar que "unos 23 no son siquiera de esta provincia", así como la gestión "oscura", a su juicio, de la fundación.

Los representantes de la asociación rechazaron de plano las acusaciones de Jácome, y el asunto de la banda llegó a un pleno, y después de un tenso debate, el portavoz de DO era agredido por un músico en la Plaza Mayor, que desvincularon de la propia banda por parte de los responsable de la fundación.