En lo que se refiere al futuro inmediato, antes de finalizar el año, el alcalde dice que no espera "más sorpresas", en relación a que puedan aparecer más facturas en los cajones, pues considera que "lo que tenía que aparecer, apareció", pero reconoce que posteriormente aparecieron otras "necesidades pequeñas, pero la suma de todas ellas da pie a que el concello se encuentre en una situación ajustada para poder acabar el año".

De ahí que Jesús Vázquez asegura que "no descartó un nueva modificación presupuestaria", y eso que se está llevando a cabo una "política austera", y eso que "en la medida de lo posible se hace frente a pagos con recursos propios", es decir, con el dinero "quedo de la modificación que se aprobó".

Por su parte, el grupo mayoritario de la oposición, Democracia Ourensana, evitó entrar en la situación provocada por el gasto realizado por las diferentes concejalías del anterior gobierno, sin partida presupuestaria y "vulnerando la ley de contratos", como así refleja en sus informes de fiscalización la Intervención Municipal, que se concreta en los consiguientes reparos, que de forma habitual levantó el anterior alcalde.

Los socialistas discrepan con las cifras dadas por el actual gobierno, aunque reconocen las existencias de facturas pendientes de pago.