El Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM) dilatará la lucha contra los incendios más allá de la fecha prefijada de fin de campaña –15 de octubre– por la acuciante situación de necesidad en el monte ourensano. El MARM prorroga extraordinariamente, y por vez primera, las tareas contra los fuegos forestales y conservará el despliegue de efectivos en tres bases BRIF de la zona noroeste. La de Laza, en Ourense, se mantiene al igual que los destacamentos de Tabuyo del Monte (León) y Tineo (Asturias).

El Gobierno hizo gala ayer de su aportación a la intendencia que afronta la extinción de los múltiples frentes que tiñen Ourense de negro y gris. El Estado ha destacado también la contribución de los efectivos de Guardia Civil y Policía Nacional a los que la Xunta ha puesto en entredicho, tras exigir el conselleiro de Medio Rural más arrestos contra la ola incendiaria que provocó, este domingo, 82 fuegos distintos en 24 horas. Las detenciones, muchas de autores de fuegos por una imprudencia y no con dolo, representan un bajo porcentaje respecto a la cantidad de focos que hasta el momento proliferaron mayoritariamente con impunidad.

Jornadas maratonianas

Pero hasta cuatro ministerios –Presidencia, Interior, Defensa y el MARM– colaboran en el operativo de un octubre anodino poblado de sonadas críticas al gobierno gallego por recortes de hasta un 40% en el contingente contra incendios. Unas condiciones que imponen jornadas maratonianas a los brigadistas y resultan insuficientes para atacar la multitud de focos antes de peligren poblaciones y se destruyan grandes y valiosas superficies de terreno. Medio Ambiente, Rural y Marino, que también refuerza el operativo en Asturias, Zamora y León, despliega 6 aviones anfibios y 2 helicópteros Kamov (con 4.500 litros de capacidad) para los principales frentes de la provincia de Ourense, donde surcar el cielo es una dificultad añadida por la espesura en algunas zonas del humo y cenizas en suspensión. Los medios aéreos estatales están atacando frentes en los municipios de Laza y Baltar así como en el vasto y accidentado terreno del Macizo Central, donde las líneas de fuego son inconmensurables.

Sobre el terreno, los militares han mitigado la falta de brigadas de tierra que obligaron a los vecinos a apagar el fuego a las puertas de casa con sus propias manos y métodos primitivos. La UME tiene 730 militares y 30 autobombas para Galicia y León. Están interviniendo en A Peroxa, Montederramo, Viana do Bolo o Baltar.

En el estado de emergencia del monte, toda ayuda es poca. Protección Civil, a veces más allá de los núcleos de sus municipios, y la propia Diputación prestan colaboración. La Xunta ha solicitado ayuda a Vías y Obras de la administración ourensana, que cede maquinaria pesada para modelar el perímetro de las aldeas y evitar reproducciones junto a las casas, en municipios como Vilamarín, A Peroxa o Maceda.

La "desorganización" y situación "crítica" del mapa incendiario de Ourense serán objeto hoy de debate y análisis. La Xunta y el Gobierno, entre críticas de los partidos que los sustentan, se reúnen para coordinar la prevención y extinción de la diversidad de fuegos activos. Asisten el flamante delegado del Gobierno, José Manuel Pose, la subsecretaria del Ministerio del Interior, Pilar Gallego, y la Directora General de Protección Civil y Emergencias, María Victoria Sánchez Sánchez.