Opinión

José Ramón Lera Alonso*

A los devotos de la Virgen María

Uno de mis paseos favoritos es desplazarme caminando desde Teis al puerto. Y en una de las tardes soleadas del pasado enero me quedé observando la ermita de A Guía desde la estación marítima. Allí me vino el recuerdo de mis años adolescentes. Siempre que podía me acercaba a ver aquellos, para mí entonces enormes trasatlánticos y las multitudes de gente despidiéndose entre emotivos abrazos y ríos de lágrimas. Era la dolorosa separación de seres queridos que no sabían si algún día se volverían a encontrar.

Con esos recuerdos contemplaba yo la ermita de A Guía y me imaginaba que muchos de aquellos ojos, inundados de lágrimas, fijarían su mirada en la ya entonces nueva ermita y musitarían una oración implorando la protección de María.

Hoy los tiempos han cambiado y no salen barcos llevando emigrantes nuestros a América, pero surcan nuestro cielo a diario multitudes de hermanos que llegan buscando asilo en nuestra ciudad.

Pensando en ellos surgió en mí esta iniciativa: invitar a que el próximo domingo de Pascua día 31 de marzo, a las 6 de la tarde, cuando trasladamos en procesión a Nuestra Señora de Las Nieves, desde su parroquia de Teis hasta su ermita de A Guía, se unan a nosotros cuantos devotos de la Virgen María llegados de Hispanoamérica quieran acompañarnos.

Y mi propuesta se atreve, además de invitarles a esa procesión, sugerir a todos los que lo deseen, acompañarnos con pancartas o fotografías con la imagen de su Virgencita y la bandera de su país. Al llegar arriba tenemos misa y después podríamos disfrutar de danzas típicas y degustar dulces típicos de cada país, también del nuestro.

Como los gallegos sabemos bien lo que significa estar fuera de “a terriña”, por eso mismo somos especialmente sensibles hacia quienes hoy llegan a nosotros. Abrámosles las puertas de nuestro corazón y que todos encuentren acogida en nosotros.

*Párroco de Teis