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desde mi atalaya

Manuel Torres

El secular problema del agua

Nuestra villa ha sufrido a lo largo de los años de su historia más reciente, un secular problema con el agua, por su escasez y su mala distribución. ¡Quién no recuerda aquellos cortes de agua durante la época del estío! Claro que entonces todavía había fuentes en nuestra villa para paliar la escasez del agua de la traída, como se decía entonces. Ahora hemos olvidado las fuentes y lo que es peor sus manantiales y así estamos.

A lo largo de este tiempo siempre el problema era disponer de agua abundante y suficiente para abastecernos. La villa creció y esta escasez se hizo crónica. Y hubo un alcalde: Antonio Martínez Arias, persona con un gran sentido del futuro, animado y emprendedor, que intentó solucionarlo con la creación de una presa en las inmediaciones de Esperela, en el rio Loira, pero los "listos"de turno, se lo impidieron, como tantas otras buenas soluciones de futuro. Hasta que la Xunta creó la mancomunidad del Lérez, para abastecer a Pontevedra y los municipios adyacentes, y todos pensaron que ya estaba solucionado, pero se equivocaron.

En aquellos momentos de euforia y vanagloria, nosotros advertimos de la peligrosidad de esta solución, al menos mientras no se crease la "Mancomunidad del Lérez" con la participación de todos los ayuntamientos interesados, donde entre todos en igualdad de condiciones, tomaran conjuntamente las decisiones. Pero eso no sucedió y la Xunta dejó este servicio de agua, en manos de la capital.

En aquellos momentos ya advertimos de este peligro, y posteriormente en este mismo espacio de comentario, en julio de 2011, y desgraciadamente sucedió, y ahora estamos al borde del colapso, pero ahora debido a la situación climática es muy probable que se repita, y cada vez peor.

Nosotros entendíamos que por esta solución, no deberían abandonarse nuestros manantiales, con un agua riquísima, por cierto, y mantener la conducción en perfectas condiciones, mejorando su canalización para evitar pérdidas que eran cuantiosas. No lo entendieron así las distintas corporaciones, preocupadas por luchas y disputas partidistas, sin pensar en el futuro de nuestra villa. Pues entendíamos y seguimos entendiendo, que nuestra traída de agua deberíamos mantenerla para abastecernos y recibir del Lérez, cuando fuese necesario, y así podríamos emplear el ahorro de su costo en nuestro propio suministro, mejorando nuestros manantiales y de este modo estaríamos abastecidos, la mayor parte del año. No se hizo y ahora estamos expuestos a lo que el ayuntamiento de la capital decida en situaciones de emergencia, y sin tener ninguna capacidad de maniobra, para paliar estas situaciones.

Ahora no sabemos cómo están los manantiales y su conducción, pero seguramente estarán en una malísima situación después de tantos años de abandono.

Por eso, entendemos, es necesario retomar la antigua traída y ponerla en funcionamiento en perfecto estado, para poder paliar en lo posible situaciones de escasez, como en estos momentos, y que al parecer, y según todas las predicciones, se repetirá en años futuros. Por eso creemos que es el momento de hacer un profundo y concienzudo estudio, para explorar las posibilidades de retomar nuestra traída y su viabilidad económica. ¿Será posible?

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