Los datos son reveladores, pero también muy preocupantes. Que en un ejercicio anual en el pabellón de los Deportes de Os Remedios se abonasen en concepto de horas extraordinarias en torno a los 100.000 euros, da escalofríos ver cómo se manejan los dineros públicos. Y sin entrar en otras consideraciones que aparecen reflejadas en los documentos, esos que Democracia Ourensana anunció que llevará al juzgado, las explicaciones dadas invitan a ir más allá de la mera sospecha sobre determinadas actuaciones y a investigar. Invocar los múltiples servicios que se prestan, la intensa actividad que se realiza en las instalaciones, y que los fines de semana es frenética y se necesita mucha gente, no deja de ser una excusa, sobre todo cuando se cuenta con una plantilla de unas 50 personas y determinados trabajos se externalizan.
Volviendo al pago de las horas extras, que vulneran el Acuerdo Regulador de las condiciones de los funcionarios municipales, como recoge el informe del asesor jurídico, la credibilidad de los que las justifican se torna negra, y los datos retratan a algunos beneficiarios. Antes de rasgarse las vestiduras, como hicieron miembros de la comandita que pergeñaron esta historia, y amenazar con que habrá que suprimir servicios. Lo que deberían hacerse es mirarse la gestión realizada, la optimización de recursos y tener claro que es dinero de todos los ourensanos. No son horas extras... son algo más, y lo saben.
