Escribo esta carta en mi nombre y el de mi familia para expresar nuestra más profunda gratitud al servicio de Disfagia y Logopedia por la maravillosa labor realizada por ellos en el Complejo Hospitalario de Pontevedra.
Hace cuatro meses mi marido sufrió un ictus, quedándole como secuelas serias dificultades para tragar, hablar y moverse. Estábamos perdidos y muy preocupados, mi marido es una persona excepcionalmente jovial y activa y era necesario actuar con rapidez.
Rápidamente el servicio de rehabilitación y la única logopeda con turno de mañana para todo el Complejo Hospitalario, junto con el servicio de Disfagia, se pusieron a nuestra disposición no solo a través de sus habilidades médicas, las cuales son fantásticas, sino también para alentarnos y darnos confianza durante el proceso. Nótese que el mencionado servicio de Disfagia solamente cuenta con dos horas de servicio a la semana, lo cual es totalmente insuficiente y añade mérito a su actuación.
Mostrar agradecimiento es algo obvio cuando suceden este tipo de situaciones, pero en este caso me gustaría resaltar la calidad humana demostrada por el personal nombrado, que destaca en el desempeño de su labor incluso por encima de la mencionadas dificultades que deben salvar.
Hoy mi marido se encuentra mucho mejor, y poco a poco se mueve y habla con creciente soltura. Además ya no se atraganta constantemente, situación particularmente angustiosa. Por todo eso nos despedimos reiterando nuestro profundo agradecimiento por el trato recibido y esperando que pronto mejoren las condiciones de este servicio, que se contrate más personal y que haya más días de consulta disponibles. Os deseamos lo mejor. Gracias y hasta siempre.
