Podemos decir que el repunte del sector inmobiliario a nivel general es un hecho. Aunque siguen existiendo zonas en las que los precios cuesta más que arranquen, la subida de éstos, del número de transacciones y de hipotecas es imparable. Esta mejora se debe principalmente a la disminución de la morosidad bancaria, al exceso de liquidez que obliga a los bancos a prestar, a los bajos tipos de interés, así como a la bajada de diferenciales y a los tipos fijos.

La mejoría puede achacarse también a la irrupción de nuevos actores o estructuras en el sector. Las socimis son un buen ejemplo, y están encaminadas a la puesta en valor del patrimonio vía rentabilidad directa por el alquiler de los activos. Esto se ha traducido en una gran entrada de capitales extranjeros y de fondos que han aumentado sustancialmente los valores del precio del alquiler.

Un ejemplo claro del aumento del valor medio del precio del alquiler en el último año es Vigo. La falta de vivienda nueva por la anulación del PXOM se ha traducido en un incremento por encima de dos dígitos del mismo. Por otro lado la aparición de fondos de inversión, que aportan liquidez directa a los promotores abriendo la financiación que los bancos todavía no dan, son actores nuevos que entran en el mercado con fuerza, principalmente en la fase de compra de suelo. Están también las plataformas de crowdfunding, que han conseguido democratizar la inversión en inmuebles con inversiones a partir de 100 euros, lo que abre la puerta a que cada vez más gente pueda invertir.

*Delegado en Galicia de Gesvalt